El escorzo plasma la impresión de longitudes más cortas en un objeto que no se encuentra vertical respecto a la línea de visión. Esta técnica es fácil de aplicar; sólo debes concentrarte en la observación y olvidar las ideas preconcebidas acerca de lo que crees ver.
Dibujar figuras escorzadas
Dibuja una cuadrícula que encierre a una persona erguida. Para ello traza líneas verticales, más o menos equidistantes, en el centro y a los lados, y líneas horizontales en la base, las rodillas, el ombligo, los hombros y a una longitud de una cabeza por encima de la misma. Después, tumbate y dibuja la cuadrícula de nuevo. Las líneas verticales serán horizontales y conducirán a un punto de fuga, como las horizontales, y las líneas de la cuadrícula estarán cada vez más juntas, como las traviesas. Dibuja al personaje tumbado dentro de la cuadrícula. Si tienes los pies cerca de ti, verás las piernas grandes, el pecho pequeño y la cabeza diminuta. Con la cabeza más cerca obtendrás el efecto contrario. Debes hacer un cálculo minucioso para dibujar estas partes irregulares y mostrar una figura tridimensional. Para ello, lo mejor es observaralas directamente de la realidad. Si no tienes modelo, apoye el brazo que no uses para dibujar, de modo que lo vea apuntando hacia ti en un espejo. Mientras que la anchura sigue siendo casi la misma, la longitud disminuye. Observa bien y dibuja.
Representa exactamente como ves. Por muy extraña e ilógica que parezcca la postura, ésta es su verdadera apariencia.
Si puedes trata de dibujar un recién nacido. El reducido tamaño de este permite que los escorzos se vean mejor. No agrandes las facciones ya que si lo haces éstas perderán sus proporciones.
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