En los primeros años de la niñez las proporciones son semejantes a las del bebé. Pero luego la cara se vuelve más estrecha y cabe en el cuadrado del dibujo visto de frente. Los ojos prominentes sólo quedan bien en los niños pequeñitos. La mandibula y mentón del niño del cuadro han crecido, haciendo que este útlimo sea más prominente. El puente de la nariz es más alto, y la nariz algo más larga, tocando casi la base del segundo cuarto. Los labios tocan la línea de abajo del tercer cuarto. El pelo crece en edad muy temprana. Esto acentúa el tamaño del cráneohaciendo que la cara parezca más pequeña y aumentando el encanto del niño. Si el niño tiene pelo rizado, la madre suele dejárselo tan largo que lo vuelve ridículo. Conviene por eso conocer el tamaño real del cráneo.
Es muy difícil que un niño se quede quieto; para dibujarlo, como ocurre con los bebés, es mejor practicar con fotografías y recortes. La oreja debe quedar a la altura de la línea media. La nuca de los niños parece muy grande; se debe ello a que el cuello es débil y a que los músculos que los unen a la base del cráneo aún no se han desarrollado.
Es necesario observar que las ventanas de la nariz han crecido y que el labio superior es más corto. La oreja crece considerablmente durante ese período y el siguiente. Según mi parecer las orejas han llegado a su completo desarrollo entre los diez y doce años. El espacio que media entre la nariz y la oreja es aún muy grande. Las pestañas son muy largas. El pelo tiende a cubrir las sienes.
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