Los pasteles grasos, tambíen llamados al óleo o a la cera, son una innovación relativamente reciente y se han popularizado entre los pintores por ser un procedimiento útil para los bocetos al color y los trabajos detallados. Son unas barritas de colores iguales a las de los pasteles secos, pero que contienen la combinación de pigmentos puros con grasa animal y cera en lugar de los pasteles blandos aglutinados con gomas o resinas. Al tener un algutinante de consistencia grasa, las barritas de color son blandas, más fuertes y menos quebradizas que el pastel tradicional.
Los pasteles grasos actúan de distinto modo que los pasteles secos, por lo que es importante aprovechar sus características propias.
Mientras que los pasteles secos son conocidos por su textura aterciopelada, los pasteles grasos proporcionan veladuras más opacas, más intensas y cubrientes. Sus trazos son brillantes y fuertes, y se funden bien sobre el papel cuando los trazos son densos y las imágenes que crean son suficientemente maleables como para poder trabajarlas y corregirlas una y otra vez. Al igual que sus parientes secos, son colores cubrientes: se pueden pintar con colores clarsos sobre colores oscuros.
Son más resistentes y tiene un mayor agare a la superficie del papel; esto hace que sean más difíciles de mezclar o difuminar al frotar con los dedos. Para ello, el artista aficionado puede recurrir a diluyentes como la trementina o el aguarrás. Bastará una pasada con un pincel o un algodón empapados en trementina para dundir los colores y obtener efectos pictóricos que acerquen este medio a la pintura al óleo. Esta particularidad hace que los pasteles al óleo puedan utilizarse para pintar con procedimientos mixtos. Así mismo, ese fuerte agarre al papel hace que sean difíciles de borrar. Antes de borrarlos es preferible rascar con una cuchilla para llevarse la cera o la grasa de la superficie del papel y, aun así, el color no desaparecerá completamente aunque frotemos con una goma maleable. Eso sí, el raspado de la cuchilla permite recuperar el grano del papel, y se puede volver a pintar encima con otro color sin que se note la influencia del anterior.
Como ocurre con los pasteles normales, se comercializan muchos surtidos diferentes de pasteles grasos. No es necesario destacar ninguna marca en concreto, pues los pasteles grasos que usan los escolares (marca Manley) ya dan un resultado aceptable.
amo tu blog
ResponderEliminarMuy buena aproximación a los pasteles. Genial
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