Los niños de diez o doce años son más dificiles de dibujar que los niños menores o adultos. A esa edad las características de la cabeza están bien establecidas, y algunos niñoas ya tienen aspecto de adultos. Pero existen indicios muy seguros para indicar la edad de ese grupo. Los ojos alcanzaron la línea media, y el espacio que media entre la línea del pelo y la cúspide de la cabeza es de tres cuartos de unidad en vez de media unidad como en el adulto. En el adulto la línea atraviesa los ojos pasando por los ángulos exteriores, mientras en el niño casi adolescente el ojo entero está por debajo de esta línea. La nariz está algo por encima del segundo cuarto en la mitad inferior del rostro. El labio inferior toca la línea del tercer cuarto.
El desarrollo de la oreja en el niño es notable. La boca pierde su aspecto pueril. Los dientes definitivos han reemplazado para contenerlos. Las ventanas de la nariz se desarrollan y los cartílagos se ensanchan. El hueso del puente de la nariz se desarrolla con más lentitud y por esa razón muchos niños guardan una nariz respingona bien entrados en la adolescencia.
Esta es la edad de las pecas. Es también la edad de las travesuras y de la felicidad, como lo muestra la expresión. El cabello es rebelde; los incisivos parecen muy grandes. El frente de la mandíbula se desarrolla, mientras que el ángulo debajo de la oreja sólo crece más tarde. Una mandíbula ancha y cuadrada es el rasgo que produce más aspecto de madurez. Si deseáis que un rostro tenga aspecto juvenil, redondead los ángulos de la mandíbula.
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