
Hay quien aconseja disponer los colores de manera que el blanco sea el más próximo al pintor y los demás en secuencia, de los más claros a los más oscuros, y siempre en el mismo orden. Pero la decisión es particular de cada uno.
Las consideraciones más importantes conciernen a la propia pintura. Efectuar excesivas mezclas es inapropiado desde todos los puntos de vista. No dejes destapados los tubos ni uses pintura excesivamente seca.
Limpia la paleta al final de cada sesión diaria; sobre todo la zona donde efectúas las mezclas y mejor aún toda la superficie. De cuando en cuando puedes dejar algunos montoncitos de pintura para usarlos al día siguiente; esto es aceptable como negligencia ocasional, pero no es el mejor modo de actuar.
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